La pandemia nos impide viajar, pero no puede impedir hacerlo en el futuro.
Ruso es un idioma polivalente en los países limítrofes con Rusia. Si aprendes ruso práctico con mi método, también podrás entenderte con la gente de cualquier país eslavo, ¿quieres probar?
Mis alumnos aprenden ruso por diferentes motivos: trabajo, curiosidad o para viajar a Rusia. Utilizo el método innovador basado en la experiencia de muchos años. Lo que me permite una enseñanza de ruso personalizada. Utilizo mis libros con un contenido base de ruso práctico y luego lo trabajamos con cada alumno de forma individual.
Normalmente las clases son 2 días por semana de 1h.30 min/clase. Estudiando a este ritmo los alumnos al terminar el primer curso ya pueden mantener una conversación con los diálogos básicos. Y, lo más importante, son capaces de entender lo que les dicen.
Si es el caso de intensivo: 3 días y 6 horas por semana; el alumno llega a hablar y entender ruso a nivel básico en 6 meses. Al año a nivel medio: puede mantener una conversación de varios temas y seguir los diálogos más complejos.
Todos los alumnos empiezan a leer y escribir desde la 4ª clase.
¿Cuál es el secreto?
Aprender el vocabulario por temas: aeropuerto, hotel, habitación, calle, museo, familia, restaurante, etc. Así es más fácil recordar luego las palabras.
Saber manejar las preposiciones y tener una idea sobre el caso de declinación al que pertenecen y su función (las preposiciones se dividen en 5 grupos los que corresponden a 5 casos de declinaciones).
Saber las construcciones fijas y frases hechas que se usan en varios temas. Esto ayuda a conversar y también a entender los mensajes.
¿Qué beneficios se obtienen del curso?
- Llegar a conocer las diversas culturas de Federación Rusa, sus costumbres y tradiciones. Hay 85 naciones y más de 100 etnias que mantienen su propio idioma. Todos hablan ruso y se habla el mismo ruso en todo el territorio del país. Solo que en algunos lugares en las palabras acentúan más la “a” y en otros la “o”.
- Familiarizarse con la historia, geografía y el clima en distintas regiones de este territorio tan extenso.
- Informarse sobre cómo se puede desplazarse, de los tipos de alojamientos y acerca de la gastronomía.
En realidad, el ruso no es tan difícil, como parece. A diferencia de las lenguas latinas, donde la estructura obligatoria es: “sujeto y verbo + complemento”. En ruso nada es fijo, todo es flexible. El locutor elije el orden de las palabras en las frases, según el contexto del mensaje que quiera transmitir. Con las mismas palabras distintamente colocadas podemos cambiar el sentido de la frase. También con los esquemas fijos (los “patrones”) se hacen las frases cortas que se puede usar en distintos temas de conversación. Esa es la razón, porque el alumno puede empezar hablar en ruso con muy poco vocabulario, unas 150 palabras. (ver la presentación del curso).
Comentarios
Mis alumnos viajan a Rusia y me escriben
Estoy visitando la familia de una amiga mía en Rusia. A pesar de estudiar solo un año el ruso y gracias a la paciencia de sus padres y hermanos he podido hablar un poco. Lo que me ha hecho mucha ilusión. Tengo muchas ganas de empezar el 2º curso.
Nos hemos apañado y echado unas risas aunque nos ha costado el alquiler de coche, pero todo va trazado según el plan inicial. Estoy muy contenta porque me puedo comunicar bastante bien.
Ya estoy en Siberia. He hablado con la familia y este año no hemos necesitado usar el traductor. Me dicen que mi ruso ha mejorado bastante. Estoy muy contenta. A mi regreso volvemos a las clases.